La idea de la intervención y el resultado

La inervención que llevamos a cabo surgió de nuestro concepto, de que el chip reemplaza cada vez más nuestras funciones, guardamos en el celular aquellos datos que necesitamos recordar. Entonces, se nos ocurrió llevar de lo digital al mundo real ese desprendimiento de cosas o eventos que deberíamos recordar en nuestra memoria a través del absurdo.
Fabricamos unos carteles simulando ser pensamientos nuestros, cosas que tenemos que recordar, y con la pregunta: ¿podrías recordar esto por mí?, tratábamos de hacer que en vez de tener que recordar nosotros aquel evento, lo haga otro... esto es lo que hacemos con el celular. Le cedemos a la memoria del chip la información para que nos recuerde las cosas que nosotros tendríamos que memorizar.
El resultado de la intervención fue que a muchas personas le llamó la atención, no muchos cedían a la idea de recordar algo que no es suyo, nos esquivaban o daban un rotundo NO. Solo unos pocos aceptaron, aunque no entendían bien de qué se trataba.